
La epilepsia es una condición neurológica que puede ser difícil de entender, especialmente para los niños. Si tu hijo ha sido diagnosticado con epilepsia, es fundamental que se abra una línea de comunicación clara y compasiva para ayudarlo a comprender su condición. Aquí hay algunas sugerencias sobre cómo hablar con tu hijo sobre su epilepsia:
Escoge el momento adecuado
Es importante tener esta conversación en un momento tranquilo y cómodo, sin distracciones. Esto permitirá a tu hijo concentrarse en lo que estás diciendo y le dará la oportunidad de hacer preguntas.
Usa un Lenguaje Apropiado
Usa un lenguaje que sea apropiado para la edad y nivel de comprensión de tu hijo. Explícale que la epilepsia es una condición que puede causar "sacudidas" o "espasmos" porque el cerebro a veces envía mensajes mixtos al cuerpo. Recuérdales que es una condición médica, no es algo que hayan hecho mal.
Sé honesto pero reasegurador
Es importante ser honesto sobre la epilepsia, pero también es crucial asegurarle a tu hijo que hay formas de controlarla. Dile que los médicos, los maestros y los padres están trabajando juntos para ayudarle a manejar sus síntomas.
Explícale los medicamentos y tratamientos
Habla sobre los medicamentos y tratamientos de manera sencilla. Explica que la medicación es como un "escudo" que ayuda a proteger su cerebro de las crisis. También, si se van a realizar pruebas médicas, explícale en términos sencillos qué esperar.
Dale espacio para preguntas y preocupaciones
Permite que tu hijo exprese sus sentimientos y preguntas. Puede que tenga miedo o esté confundido. Asegúrate de que sepa que puede hablar contigo sobre cualquier inquietud que tenga.
Aborda el tema de la seguridad
Explícale las precauciones de seguridad necesarias, como evitar ciertas actividades o situaciones que podrían desencadenar una crisis. Sin embargo, enfatiza que, con las precauciones adecuadas, puede seguir disfrutando de la vida y de sus actividades favoritas.
Hablar con tu hijo sobre su epilepsia es una responsabilidad esencial que requiere un enfoque sensible y bien informado. Es crucial proporcionar un ambiente seguro y de apoyo para esta conversación, desmitificar la condición para reducir cualquier temor o vergüenza, y promover la participación activa del niño en el manejo de su epilepsia, lo que incluye el reconocimiento de los signos de un ataque y la adhesión a su plan de tratamiento.
Mantener una comunicación abierta y constante es vital para brindar seguridad y respaldo a tu hijo. Al permitirles expresar sus preocupaciones y preguntas sobre su condición, puedes ayudarles a manejar su epilepsia de manera saludable y positiva. Esta comunicación continua refuerza la confianza de tu hijo y le ayuda a sentirse más en control de su condición.
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